Revelando la mística: identificando el auténtico lapislázuli

El lapislázuli, con su tono azul intenso y sus motas doradas, ha cautivado a la humanidad durante siglos. Esta piedra semipreciosa, a menudo asociada con la realeza y la espiritualidad, es apreciada por su belleza única y sus propiedades metafísicas. Sin embargo, distinguir el lapislázuli auténtico de sus numerosas imitaciones puede resultar complicado. Este artículo profundiza en las características clave de identificación que pueden ayudarle a distinguir la gema real de las falsas.

**Color y brillo:**

La característica más llamativa del lapislázuli es su intenso color azul, que puede variar desde un azul real intenso hasta un tono más claro y vibrante. El lapislázuli genuino a menudo exhibe una distribución de color natural y desigual, con áreas de azul más claro y más oscuro. El brillo del lapislázuli suele ser ceroso o opaco, el brillo vítreo de muchos sustitutos sintéticos.

**Inclusiones y motas:**

Una de las características distintivas del lapislázuli es la presencia de inclusiones de pirita, que aparecen como pequeñas motas doradas esparcidas por toda la piedra. Estas motas ocurren naturalmente y son un indicador clave de autenticidad. Sin embargo, la ausencia de pirita no significa necesariamente que la piedra sea falsa, ya que algunos lapislázuli de alta calidad pueden tener inclusiones mínimas.

**Dureza y textura:**

El lapislázuli tiene una dureza de 5 a 6 en la escala de Mohs, lo que lo hace relativamente blando en comparación con otras piedras preciosas. Esto significa que puede rayarse con sustancias más duras. La textura del lapislázuli suele ser ligeramente granulada, lo que se puede sentir al pasar el dedo por la superficie. Esta granulosidad es otra característica distintiva que lo diferencia de imitaciones más suaves y pulidas.

**Índice de refracción y gravedad específica:**

Para quienes tienen acceso a equipos de prueba más avanzados, el índice de refracción y la gravedad específica del lapislázuli pueden proporcionar una confirmación adicional de su autenticidad. El índice de refracción suele oscilar entre 1,50 y 1,55 y la gravedad específica oscila entre 2,7 y 2,9. Estos valores pueden ayudar a diferenciar el lapislázuli de piedras de apariencia similar.

**Origen y procedencia:**

Conocer el origen del cálculo también puede ser un indicador útil. El lapislázuli más preciado procede de minas de Afganistán, donde se extrae la piedra desde hace miles de años. Otras fuentes notables incluyen Chile, Rusia y Estados Unidos. Es más probable que las piedras de estas regiones sean genuinas, aunque el origen por sí solo no debería ser la única base para la identificación.

**Imitaciones comunes:**

Se utilizan comúnmente varios materiales para imitar el lapislázuli, incluidos el jaspe teñido, la sodalita y la espinela sintética. Estas imitaciones a menudo carecen de las sutiles variaciones de color y las distintivas inclusiones de pirita que se encuentran en el lapislázuli genuino. Ser consciente de estas imitaciones y sus características puede ayudar a realizar una identificación más informada.

**Conclusión:**

Identificar el lapislázuli auténtico requiere una combinación de inspección visual, comprensión de sus propiedades físicas y, a veces, pruebas más avanzadas. Al familiarizarse con su color único, inclusiones, dureza y otras características, podrá apreciar mejor el encanto de esta piedra antigua y mística.

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